viernes, 23 de enero de 2009

Del fusil al flash...


De esa frase irónica y tragicómica “la juventud ha cambiado poco… antes tomaban un cuartel y ahora se peinan el flequillo” del majestuoso Diego Capusotto; preocupa su significado. La pérdida de compromiso y participación, el no ver la realidad, la despolitización de la juventud ha sido un agravante a cierta y existente clase media consolidada desinteresada por los problemas. Problemas que al ser evitables no son accidentes. Esa clase media creada (entre tanta desigualdad) por un sistema, que funciona como un falso termómetro de una sociedad, donde los medios de comunicación les brindan noticias que son noticias solo para algunos.
Ciudades blancas en un continente mestizo (la pequeña europa). Gringos con pedigree francés y tapados de visón, con ansias de ser un granero colonial (les suena la canción de San Jauretche?).
Pero no todo es así. Lo que ha logrado el sistema no fue despolitizar en su totalidad a los jóvenes comprándolos con la zanahoria del consumo (casi todas las publicidades son dirigidas hacia ellos). Existe mucho compromiso y militancia en la juventud, pero que el sistema atomizó a través del egoísmo en la participación. Es por eso importante a veces acompañar en lo que se pueda a ciertos procesos y movimientos populares Latinoamericanos que han hecho lo que nadie hizo en tanta historia, en empezar a preocuparse y ocuparse en esos que el sistema escupió y desechó, esos que no dan regalías ayudarlos. Los primeros gobiernos siempre serán los más deficientes, pero es importante valorar lo que se ha conseguido, ya que para comparar mirando hacia atrás hay poco y nada. Además oponerseles irrestrictamente además de debilitar al proceso de cambio alimenta a ese coyote liberal que espera con ansias devorarse la unidad del pueblo, que no busca un voto más de una izquiera atomizada, sino un voto menos al oficialismo popular. La atomización de la lucha popular hace todavía fuerte a este tigre de papel.
Se logró la independencia, pero se cambió de colonizador. La lucha por la autodeterminación de los pueblos, su dignidad, la propiedad colectiva de los medios de producción, y la solvente y eficaz repartición de los recursos naturales que deben estar para TODO el conjunto del pueblo es algo inevitable. Con plazos de desmemoria seguro, anestesia liberal de la interfaz marquetinera. Pero como dijo Ernesto, esta ola que ha comenzado no parará más de crecer. Estos pueblos del sur, que se conocen poco pero tienen tanto en común, que son mayoría.

2 comentarios:

Amalia Gieschen dijo...

Nos han vendido que la ola paró, que el capitalismo ganó. Pero no existen fronteras sino caminos. Una historia nos une a los latinoamericanos, una lucha nos une. Se perdió una combate, pero no la guerra. Una devastación "extranjera" nos une, con sus caudillismos de aliados. ¿Sabías que desde Estados Unidos querían imponer que en Latinoamerica hubiera más población vieja que joven, con el "abuso" de anticonceptivos y etcéteras? Pensar que está bueno decidir, en este ejemplo, programar... Pero nos seguimos reprodunciendo y somos una sociedad joven, aunque deshauciada. Este ejemplo me hace querer también decir otro: han hecho de la "revolución beat" (del che también), de la revolución sexual, un consumismo... Pero no es cierto que no se puede salir del sistema, porque la solidaridad existe. Gracias por este texto. Y disculpa mi lenguaje, yo también hablo como escribo... a veces son pensamientos sueltos.

Amalia Gieschen dijo...

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